Universidad
Alfonso Reyes.
División
Preparatoria.
www.uar.edu.mx
3er
Ensayo.
Ruth Alondra Sánchez
Soto.
L-10676 3’D.
Lic. Hortencia Heira
Tovar.
Informática 1.
Guadalupe,
N.L, 24 de julio, 2012
Procesador de textos
Un procesador de textos es una aplicación informática destinada a la creación o
modificación de documentos escritos por medio de un ordenador.
Representa una alternativa moderna a la antigua máquina de escribir, mucho más potente y versátil que ésta.
Software es, según la definición que hace una enciclopedia
electrónica de muy extendido uso por todo el mundo, un "programa de
computadora..., serie de instrucciones responsables de que el hardware, es
decir, la máquina, realice su tarea". Y un procesador de textos es, como
su nombre lo sugiere, un software creado para "procesar", es decir,
para trabajar con textos: moldearlos, armarlos, darles un formato específico y
enriquecerlos de mil maneras.
Podemos decir que las antiguas máquinas de escribir fueron las antecesoras directas de los actuales procesadores de texto. Para corregir cualquier error no había más que echar mano de los recursos tradicionales, como la goma, el papel de tinta blanca, etcétera. Con el agregado de que cada versión era una y sólo una, aunque se hubiera usado papel carboncillo para elaborar n copias. Realizar una nueva versión del texto significaba escribirlo de nuevo.
Hacia el inicio de la década de 1970 se lanzaron al mercado los primeros procesadores electrónicos de texto, que eran computadoras dedicadas, es decir especializadas en el trabajo con textos; y no como los actuales PC, que pueden también correr otro tipo de programas, ya sea de diseño, de cálculo, etcétera.
Estas primeras máquinas electrónicas permitían la manipulación de un texto mediante su visualización en una pantalla, de manera que resultaba posible corregir los errores antes de pasar al proceso de impresión. Éste fue en verdad un gran paso, pues el usuario podía, en pantalla, cortar palabras, acomodar párrafos, cambiar el tipo de letra y aplicar otras funciones sencillas. El problema era que aprender a usar estas máquinas resultaba complicado y el equipo era costoso.
En la década de 1980 fueron lanzados al mercado los primeros programas de procesadores de texto, diseñados para usarse en computadoras personales (PC). Se trataba de simples editores que permitían mover palabras, cortar párrafos, reacomodar textos y, a veces, alinear columnas de texto, encabezados, resaltar en negritas y subrayar palabras.
Pronto aparecieron, como funciones agregadas a los procesadores de texto, los correctores ortográficos, los diccionarios, los diccionarios de sinónimos y las funciones "macros", con las que se facilitaba la automatización de la ejecución de tareas repetitivas. Los programadores dotaron a sus nuevas creaciones de herramientas para la elaboración y edición de notas, tanto al pie de página como al final del fichero. Hubo herramientas para la ordenación de listas, la generación de índices, la producción de tablas de contenido, la aplicación de ecuaciones científicas, y los famosos métodos de línea roja, con los que es posible encontrar en un instante errores que de otra manera llevaría mucho más tiempo localizar.
Más adelante los procesadores de texto comenzaron a incluir funciones de creación y edición de todo tipo, de gráficos, hojas de cálculo, corrección gramatical, inserción de hipertextos y mucho más. Actualmente es posible producir, con un solo procesador de textos, lo que antes se tenía que hacer con diferentes programas de diseño, de edición, hojas de cálculo, etcétera, e incluso podemos elaborar elementales productos multimedia y publicarlos en Internet.
Podemos decir que las antiguas máquinas de escribir fueron las antecesoras directas de los actuales procesadores de texto. Para corregir cualquier error no había más que echar mano de los recursos tradicionales, como la goma, el papel de tinta blanca, etcétera. Con el agregado de que cada versión era una y sólo una, aunque se hubiera usado papel carboncillo para elaborar n copias. Realizar una nueva versión del texto significaba escribirlo de nuevo.
Hacia el inicio de la década de 1970 se lanzaron al mercado los primeros procesadores electrónicos de texto, que eran computadoras dedicadas, es decir especializadas en el trabajo con textos; y no como los actuales PC, que pueden también correr otro tipo de programas, ya sea de diseño, de cálculo, etcétera.
Estas primeras máquinas electrónicas permitían la manipulación de un texto mediante su visualización en una pantalla, de manera que resultaba posible corregir los errores antes de pasar al proceso de impresión. Éste fue en verdad un gran paso, pues el usuario podía, en pantalla, cortar palabras, acomodar párrafos, cambiar el tipo de letra y aplicar otras funciones sencillas. El problema era que aprender a usar estas máquinas resultaba complicado y el equipo era costoso.
En la década de 1980 fueron lanzados al mercado los primeros programas de procesadores de texto, diseñados para usarse en computadoras personales (PC). Se trataba de simples editores que permitían mover palabras, cortar párrafos, reacomodar textos y, a veces, alinear columnas de texto, encabezados, resaltar en negritas y subrayar palabras.
Pronto aparecieron, como funciones agregadas a los procesadores de texto, los correctores ortográficos, los diccionarios, los diccionarios de sinónimos y las funciones "macros", con las que se facilitaba la automatización de la ejecución de tareas repetitivas. Los programadores dotaron a sus nuevas creaciones de herramientas para la elaboración y edición de notas, tanto al pie de página como al final del fichero. Hubo herramientas para la ordenación de listas, la generación de índices, la producción de tablas de contenido, la aplicación de ecuaciones científicas, y los famosos métodos de línea roja, con los que es posible encontrar en un instante errores que de otra manera llevaría mucho más tiempo localizar.
Más adelante los procesadores de texto comenzaron a incluir funciones de creación y edición de todo tipo, de gráficos, hojas de cálculo, corrección gramatical, inserción de hipertextos y mucho más. Actualmente es posible producir, con un solo procesador de textos, lo que antes se tenía que hacer con diferentes programas de diseño, de edición, hojas de cálculo, etcétera, e incluso podemos elaborar elementales productos multimedia y publicarlos en Internet.
Funcionalidades
Los
procesadores de textos brindan una amplia gama de funcionalidades, ya sea tipo gráficas, idiomáticas u organizativas, con algunas variantes
según el programa de que se disponga. Como regla
general, todos pueden trabajar con distintos tipos y tamaños de letra, formato de párrafo y efectos artísticos; además de brindar la
posibilidad de intercalar o superponer imágenes u otros objetos gráficos
dentro del texto. Como ocurre con la mayoría de las herramienta sin formáticas, los trabajos realizados en un procesador de
textos pueden ser guardados en forma de archivos, usualmente llamados documentos, así como impresos a través de diferentes medios. Los
procesadores de texto también incorporan desde hace algunos años correctores de
ortografía y gramática, así como diccionarios multilingües y de sinónimos
que facilitan sobremanera la labor de redacción
CARACTERISTICAS
Y TIPOS DEL PROCESADOR DE TEXTOS
•MICROSOFT
WORD: De todos los procesadores de texto conocidos hasta el momento,
el del paquete Microsoft Office se ha convertido en poco menos que un
estándar de referencia casi obligada, dado el elevado porcentaje de
usuarios que lo han instalado en su ordenador y lo utilizan.
•LOTUS
WORD PRO: Una de las alternativas más populares a Microsoft Word es este
procesador de textos, incluido en el paquete de software de escritorio de
Lotus. Para gustos se pintan colores, pero lo cierto es que los usuarios que se
decanten por este producto no estarán haciendo una mala elección.
•WORD
PERFECT: No podía faltar el tercero en discordia, que en su día llegó
a ser el más popular de su género entre los usuarios, hasta mediados de los
noventa. El procesador de textos de la suite de Corel presenta un
despliegue de innovadoras características que demuestran el interés por
parte de sus promotores en volver a hacer de este programa un producto puntero
capaz de competir en el mercado con Microsoft Word.
•Instalado
por defecto en todas las versiones de los sistemas operativos de Windows,
se le podría considerar el "hermano pequeño" de Microsoft Word.
Es la opción ideal para aquellos usuarios que necesitan de forma esporádica
un procesador con el que dar cierto estilo estético a sus escritos, sin
buscar un acabado de apariencia profesional ni excesivas florituras
ornamentales.